Riñones de cerdo o de higaditos de pollo al coñac

Esta receta se puede realizar igualmente con riñones de cerdo o higaditos de pollo: salen buenos de las dos formas. No añado más animales porque los citados son los que he hecho, y los dos estaban buenísimos (preparad pan).


2 raciones.

300 grs riñones de cerdo (o 1 bandeja refrigerada)...o de pollo
1 cebolla mediana (picada)
3 cucharadas de aceite de oliva
1 diente de ajo
1 cucharada de harina
Media cucharadita de pimentón dulce
Medio vaso de agua caliente
1 vasito de coñac
Sal
Perejil


PARA LAVAR LOS RIÑONES:

Si se han comprado en piezas: cortarlos en rodajas de un dedo de grosor y quitarles la "película" o telilla que tienen. Si se ha comprado una bandeja refrigerada del supermercado, ya vendrán cortados y deben estar lavados (pero lavarlos nosotros... por si acaso).

Después colocar una cazuela con unos tres dedos de agua a calentar, y sobre ella una rejilla (puede ser un colador o un recipiente de los que se usan para los alimentos a vapor); en caso de no tener nada de lo citado, utilizar la propia tapadera de la cazuela, invertida (puesta al revés). Darles un hervor sin que toquen el agua.

Tirar el agua de la cazuela que no sirve para nada, y lavarlos muy bien bajo el grifo. Con unas tijeras trocearlos del tamaño de un dado y volverlos a lavar con agua fría del grifo. La insistencia en lavarlos es para que pierdan cualquier sabor "extraño" que pudieran tener. Si se dejan sin trocear, hay más posibilidades que contengan restos indeseables en su interior.


COCINARLOS:

Poner en una sartén 3 cucharadas de aceite; cuando esté caliente (pero no demasiado), añadir la cebolla picada: dejarla transparente sin dorar; agregar los riñones. Dar unas vueltas a fuego moderado. Añadir sal.

En un mortero hacer un majado de ajo y perejil.

A los cinco minutos de cocción, añadir por encima una cucharada de harina y todo seguido el pimentón molido dulce; dar unas vueltas sin parar y rápidamente agregar el medio vaso de agua caliente. Añadir lo del mortero. Bajar un poco más el fuego (casi al mínimo) y dejar hervir despacio durante cinco minutos más.

Incorporar con mucho cuidado para que no salpique y se prenda, el vasito de coñac (mejor aún para evitar peligros innecesarios: apartar del fuego e incluso alejar la sartén de la llama para echar el brandy). Dar vueltas despacio y continuamente para evitar que se pegue. Dejar que reduzca un poco y se mezclen los sabores.

Servir muy caliente. 

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