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Rosal La sevillana

Este precioso rosal es un híbrido de varios otros, o lo que es lo mismo: varios rosales que se han ido cruzando hasta conseguir del que hablamos hoy. También se le conoce como "Rosal sevillano".
Puede llegar a medir unos 7 metros. Sus flores son de un rojo bermellón muy intenso.

Es de la clase trepador, no invasivo y resistente a plagas. También considerado de tipo paisajístico.


PLANTAR MEDIANTE SEMILLAS:

En primer lugar tendremos que poner nuestras semillas en agua, durante 24 horas.

Pasado ese tiempo, cogemos un recipiente de plástico con tapa (o una bolsa limpia de plástico, de las que llevan auto-cierre); podemos hacer la estratificación de dos formas:

1.- En el recipiente de plástico o en la bolsa, según hayamos elegido, pondremos dentro un trozo de algodón, suficiente para cubrir el fondo, lo humedecemos ligeramente (sin encharcarlo) y ponemos las semillas esparciéndolas y dejando distancia entre ellas; encima, tapándola ponemos otro trozo de algodón o papel de cocina blanco (es importante que no tenga dibujos por la tinta), también humedecido. Lo tapamos y metemos en el frigorífico (nunca en el congelador) durante un mes.

2.- En vez de algodón y/o papel de cocina, podemos poner turba, humedecida también. El problema de ponerle tierra es que luego es más difícil controlar las semillas (porque no se ven bien). Meter en el frigorífico durante un mes.

Sea cual sea el método elegido hay que abrir el recipiente una vez a la semana para que se airee y controlar las semillas; si vemos que al algodón/papel se está secando, humedecerlo levemente.

Pasados los 30 días de estratificación y habiendo germinado ya las semillas, plantarlas en pequeñas macetitas con turba y arena o perlita (para que drene bien), apenas cubriéndolas. Cuando tengan dos hojas, trasplantarlas o bien a nuestro jardín o la maceta (grande) en la que vayamos a tener el rosal.

Generalmente el sistema indicado para la germinación de semillas, es el habitual para casi todos los rosales, aunque si lo que queremos es clonar nuestro rosal de años, lo mejor es hacerlo por esquejes. Con semillas, por muy "de madre" que sean, no obtendrán rosales exactamente iguales al que se intenta copiar.

Las semillas se suelen plantar en primavera o verano. 



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El oídio en los rosales

El oídio es un hongo que en muchas ocasiones ataca a los rosales. Consiste en que de pronto empiezan a aparecer una especie de manchas blancas en las hojas y en los capullos... como si se hubiera tirado polvos de talco o cenizas sobre ellos... y en cuestión de horas las hojas se cubren de ese "polvillo", se doblan y a los pocos días el rosal se ve mustio. En definitiva... muere.

Hay modos de prevenir esta enfermedad, aunque no siempre funciona. Y hay en el mercado también muchos productos insecticidas para combatir el oídio, que tampoco son garantía de nada. Es por ello que buscando alguna solución más efectiva, ya que el peligro no es sólo la muerte de los rosales, sino de cualquier arbusto e incluso arbolito que tengamos plantado en la zona, ya que las esporas de este hongo se propagan por el aire. De ahí que haya que atajarlo cuanto antes.

En estos momentos y después de años teniendo rosales, en suelo y en macetas, sin problemas, ha surgido el dichoso oídio. He probado la mayoría de insecticidas comerciales sin resultados satisfactorios, por lo que he buscado algo más fiable y viable. No sé el resultado que dará lo que sigue, pero ahora mismo es lo que estoy aplicando. En unos días contaré qué final hay, pero por si alguien está buscando como he tenido que buscar yo, aquí va lo que todo el mundo dice que funciona. En caso de que no sea así, y ésto es muy importante, hay que tirar el rosal/rosales... y toda la tierra donde estaba; si su hábitat era una maceta o jardinera: hay que lavarla con jabón concienzudamente; si dejamos la tierra para usarla después, lo único que conseguiremos es propagar el oídio a otras plantas.
Mezclar en una frasco con pulverizador:

800 ml de agua.
(Si utilizamos agua del grifo: dejarla 24 horas antes en un recipiente para que la cal se pose en el fondo.
Si no la usamos...utilizar agua mineral).

200 ml de leche desnatada.

Media cucharada de bicarbonato sódico.

Con esa mezcla pulverizar todas las hojas del rosal por arriba y por abajo (habiendo quitado previamente las hojas y los capullos que estén afectadas de oídio, es decir: hay que dejarlo totalmente sano). No es necesario cortarle las ramas leñosas.



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