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Gertrude Belle Elion

De ascendencia judía, Gertrude Belle Elion nació en Nueva York el 23 de enero de 1918.

Consiguió licenciarse aunque nunca obtuvo el título de doctora simplemente por el hecho de ser mujer; por ello nunca consiguió un puesto como investigadora, teniendo que trabajar como asistente de laboratorio en una compañía farmacéutica. Le fue concedido el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1988, por sus investigaciones farmacológicas.

Entre sus múltiples investigaciones, siempre innovadoras, una de las principales fue la que más tarde culminó con el desarrollo del medicamento AZT, indispensable hoy día para el tratamiento del sida. Entre sus descubrimientos más notables están los fármacos que contribuyen a:

- El primer tratamiento contra la leucemia. (Purinethol)

- El primer agente inmunosupresor utilizado en los trasplantes de órganos. (Imuran)

- El que alivia la gota. (Zyloprim)

- El erradicador de la malaria.

- El único eficaz contra las meningitis bacterianas y algunas septicemias.

- Tratamiento contra infecciones bacterianas del tracto urinario y respiratorio.

- Contra el virus del herpes. (Zovirax)

Su trabajo la tuvo tan inmersa que llenó toda su vida, permaneciendo soltera y sin hijos. Murió el 21 de febrero de 1999 cuando contaba 81 años. Siempre afirmó que el motivo que la impulsó a dedicarse a la Bioquímica fue el ver cómo su abuelo, cuando ella tenía 15 años, moría entre terribles dolores de cáncer de estómago. Y añadía "Nadie debería morir así". 



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Agnódice

Agnódice nació hacia el siglo IV a.C., desconociéndose la fecha exacta.

Es la primera mujer que obtuvo, en la Antigüedad, el título de doctora y ginecóloga de la Historia. Su vida la contó Cayo Julio Higinio (64 a.C-17 d.C).

El año 350 antes de Cristo una mujer que tenía vocación de la profesión que entonces se consideraba medicina, tuvo que cortarse el pelo y vestirse con ropas de hombre, para así poder estudiar. Finalmente (lo de estudiar) lo hizo con Herófilo, uno de los mejores médicos en aquel tiempo. Pronto tuvo tal fama por los conocimientos que atesoraba, que la consulta de la joven se vio repleta de gentes que buscaban remedio para sus males.

Por su éxito precisamente provocó la envidia de sus colegas que pronto lanzaron bulos, propagando que se sobrepasaba con mujeres casadas, en el ejercicio de su profesión. Finalmente fue acusada formalmente de dos violaciones (hay que recordar que vestía y se comportaba como si fuera un hombre), por lo que tuvo que descubrir su verdadera identidad de mujer. 

Estuvo a punto de ser condenada a muerte, puesto que el sexo femenino no podía dedicarse a la medicina, sin arriesgarse a ser considerada una bruja; un gran número de sus pacientes se congregaron ante el templo donde estaba siendo juzgada, gritando clemencia y jurando que si era condenada, ellos también morirían. Fue absuelta, siéndole concedido el privilegio de seguir ejerciendo su profesión.

Al año siguiente el Consejo de Atenas (Grecia) autorizó a las mujeres para que pudieran estudiar la carrera de Medicina.



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Agnódice

Agnódice nació hacia el siglo IV a.C., en Atenas (Grecia) desconociéndose la fecha exacta.

Agnódice es la primera mujer que obtuvo, en la Antigüedad, el título de doctora y ginecóloga de la Historia. Su vida la contó Cayo Julio Higinio (64 a.C-17 d.C).

El año 350 antes de Cristo una mujer que tenía vocación de la profesión que entonces se consideraba medicina, tuvo que cortarse el pelo y vestirse con ropas de hombre, para así poder estudiar. Finalmente (lo de estudiar) lo hizo con Herófilo, uno de los mejores médicos en aquel tiempo. Pronto tuvo tal fama por los conocimientos que atesoraba, que la consulta de la joven se vio repleta de gentes que buscaban remedio para sus males.

Por su éxito precisamente provocó la envidia de sus colegas que pronto lanzaron bulos, propagando que se sobrepasaba con mujeres casadas, en el ejercicio de su profesión. Finalmente fue acusada formalmente de dos violaciones (hay que recordar que vestía y se comportaba como si fuera un hombre), por lo que tuvo que descubrir su verdadera identidad de mujer. Estuvo a punto de ser condenada a muerte, puesto que el sexo femenino no podía dedicarse a la medicina, sin arriesgarse a ser considerada una bruja; un gran número de sus pacientes se congregaron ante el templo donde estaba siendo juzgada, gritando clemencia y jurando que si era condenada, ellos también morirían. Fue absuelta, siéndole concedido el privilegio de seguir ejerciendo su profesión.

Al año siguiente el Consejo de Atenas (Grecia) autorizó a las mujeres para que pudieran estudiar la carrera de Medicina.



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