La magia del ave fénix

Es curioso, muy curioso ver como cuando el pozo parece muy muy negro, se abre algo en cualquier parte. Hay ocasiones en que vale casi cualquier cosa. 

El ave fénix es, según la leyenda, aquella que abrasada por el fuego, consigue elevar el vuelo a pesar de todo. 

Ha sido un año complicado, sobre todo en los últimos meses, pero aquí estoy de nuevo, no sé por cuanto tiempo... pero estoy. Y dispuesta a que el tiempo que me queda sea de la mayor felicidad posible. Dentro de mis posibilidades, sobre todo económicas y de salud, pienso darme todos los caprichos asequibles. 

Pensé que podía quedarme ciega.


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26 julio 2024

Terminando una semana más que complicada: un Zoster que no se entiende bien cómo ha aparecido, una caída tremenda con la que casi me rompo la rodilla... y la crisma, un desplome de cosas importantes en los análisis,,, y un susto del que de momento no quiero hablar porque aún no tengo resultados definitivos de todo... pero SUSTO con mayúsculas... esperemos que todo quede en nada. 

Acabo de ver la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024, un principio de Olimpiadas realmente soberbio, espectacular, pero si tengo que resaltar un momento que me ha emocionado profundamente ha sido el ver (no sabía que iba a aparecer) a la enorme y maravillosa cantante Celine Dion cantando ese "Himno al amor" de la inolvidable Edith Piaf. Me enamoró siendo muy joven esa canción, siempre he sido "fan" de la Piaf, y Dion, sabiendo lo enferma que está (precisamente vi un vídeo -que me encontré de casualidad- donde le daba una crisis de la enfermedad que padece... fue tremendo), y el pedazo de voz que sigue teniendo a pesar de todo. 

Sin olvidar el momentazo de nuestro Rafael Nadal, inmenso tenista, llevando la antorcha. Por cierto, mañana juegan Carlitos Alcaraz y Rafa Nadal, JUNTOS, partido de dobles, creo que contra un par de argentinos, a las 19 horas (horario español)

Y a todo eso, fallándome la conexión de internet tanto en la tele como en el ordenador. Mañana viene el técnico. 

Y por último la tontería subliminal de algunos (siempre igual) que tienen que criticar lo que sea: cuando no es la falda del uniforme de las olímpicas españolas es el lazo que lleva no sé quién. Y todo porque aborrecen los colores que nos representan, el himno y todo lo que huela a español. Hartura de gentuza.  Y mientras tanto en las Olimpiadas de París los franceses presumiendo de banderitas, canciones, colores y todo lo suyo. No aprenderemos nunca. 

¿Que por qué cuento todo ésto que no le importa a nadie? Porque mi perro ya lleva un rato durmiendo y no le voy a despertar. Y porque posiblemente sean los últimos Juegos Olímpicos que sea capaz de ver.


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Lo que es la vida

Cuando era una niña, incluso muy pequeña, creía que moriría joven... como mi tía que se fue con 25 años. Luego fue pasando el tiempo y comprendí que no sería así. Conforme fui creciendo y haciéndome adulta el pensamiento era que llegaría a mayor, algo que sinceramente no me hacía mucha gracia, porque lo de envejecer no lo veía. 

Un día, y que conste que no creía en ello, una mujer a la que conocía de vista, se empeñó en leerme la mano. Sí, tal como suena: leerme la mano. Y fue tan excesiva en su deseo (pesada diría yo) que al final accedí más por quitármela de encima que por otra razón. Me la leyó y entre otras cosas que no vienen a cuento ahora, me anunció que ya con una edad tendría un grave percance de salud, pero que saldría de ello; más adelante -dijo- tendría un segundo quebranto, al que no le veía un "final muy feliz" (textual). Todo se ha ido cumpliendo como si de una letanía se tratase. Incluso ahora, que parece pintan bastos... y muy duros de asimilar. 

No voy a entrar en excesivos detalles que tampoco vienen a cuento, pero no estoy bien. Parece que mi padre me ha dejado una "herencia" que no esperaba, o al menos eso parece. Tienen que seguir haciéndome pruebas médicas para confirmar o no. 

Sinceramente y estoy segura de que me arrepentiré más tarde de lo que voy a decir, esperaba que si esa "herencia" era para alguien, fuera para mi "querido" hermano, del que no sé nada hace 13 años... porque yo ya había llevado (y llevo) lo mío. Habrá que dar más tiempo a todo, pero me encuentro físicamente mal porque me duelen cosas que no entiendo. A lo mejor es que se me está acabando el tiempo y no me he dado cuenta aún. Lo cierto, y a eso iba, es que después de aquella época de niñez-adolescencia y de pensar en morirme a los 25, pasé a otra que dura hasta hoy, en que me iría a la otra orilla... a los 76. Sí, a los 76... y lo pensaba con 30. Y si todo al final se confirma... será a los 76. Duro de asumir, muy duro.

Así que, por si acaso, tendré que poner en orden algunas cosas que voy dejando para cuando pueda. Por de pronto me he dado un pequeño capricho que tenía desde hace tiempo; nada importante, pero la felicidad hay que buscarla en lo que nos alegra la vida. Siempre por si acaso. 

Vivir con tantísimo miedo no es vida.




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Quitando personalidad al idioma

Leo en una red social que la utilidad del signo de interrogación y el de admiración, sobre todo en su modo apertura (¿ ¡) es una inutilidad... porque en otros idiomas no existe. El argumento es de una estupidez supina. Y si añadimos más conceptos de los que se dan, la tontería alcanza grados de problema mental. 

En su día y con las mismas explicaciones de que en otros idiomas (extranjeros o no) ciertas letras de nuestro alfabeto no existían, también se eliminaron, sin consultar siquiera a la ciudadanía. Recordemos la elle (ll) la che (ch... tan importante en mi nombre),,, la eñe (ñ... que debería ser flagrante delito), pero en cambio ni se tocaron letras tan inservibles en nuestro idioma como la uve doble (w) o la ka (k... igual de inservible que la anterior y que muchos utilizan en detrimento de la q o de la c). 

Y es que el español medio sigue siendo tan ignorante como en tiempos de aquella dictadura que la mayoría no queremos ni recordar. 

Llamamos a la bandera nacional "trapo", a los Pasos de Semana Santa "muñecos", y recibimos al himno con pitidos, en un afán de menospreciar ante todo; pero en cambio nos da envidia cuando en cualquier evento (generalmente deportivo) vemos a gentes de otros países emocionarse cantando su himno o enarbolando su enseña patria. El caso es enardecerse con las cosas ajenas y esgrimir que lo nuestro es una mierda. Si eso no es ignorancia...

Pero volvamos al idioma, a nuestro idioma común a todos los españoles: el castellano que últimamente se cita como tal, perdiendo su identidad de siempre de "español". Y todo eso y mucho más con el consentimiento explícito de nuestros gobernantes, representantes políticos... y ciudadanos. Que la complicidad es también callar y consentir.

Algunos quieren que nuestro idioma se iguale al de los que se hablan fuera de aquí, o quizás sería más correcto decir a los dos que imperan (junto con el español) en el mundo: el inglés y el francés. Por cierto que no veo yo al inglés llamándose de otra manera porque en Escocia o en Irlanda y no digamos en el Imperio Británico también lo hablan; y lo mismo para el francés. ¿Vamos entendiendo?

El idioma español tal y como se le sigue nombrando todavía en el mundo (poco queda al ritmo que vamos) tiene sus características, y no veo ninguna necesidad con igualarlo a los alfabetos extranjeros. No es una cuestión de españolidad o patriotismo (¿o sí?), si no de no perder una personalidad de la que también debemos sentirnos orgullosos.

Somos distintos, sí ¿y qué?


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Contenedores inteligentes en Alicante

El Ayuntamiento de la ciudad de Alicante está gobernado por el Partido Popular, teniendo como alcalde a D. Luis Barcala desde el 2018. Y ahora surgirá algún graciosillo diciendo que aguantemos con lo que hemos votado (yo no, por cierto), sin saber que mande quien mande el señor alcalde está al servicio de la ciudad y los ciudadanos que gobierna que son quienes realmente le pagan el sueldo.

Pues bien este Ayuntamiento ha decidido durante los primeros días de junio y al parecer en plan masivo, instalar una serie de contenedores, para que los ciudadanos echemos allí los desperdicios orgánicos. Es decir: tenemos contenedores nuevos, que es algo que siempre está muy bien. El problema surge cuando vas como todas las noches y entre el horario que hay establecido. con varias bolsas por aquello del reciclaje, y en mi caso con problemas de movilidad, lo cual queda traducido en que necesito la ayuda de una muleta. De entrada la imagen dada ya es complicada. 

Habría que matizar para que todo quede suficientemente claro que dichos contenedores, llamados "inteligentes" los he visto puestos y colocados esta misma mañana. Nadie ha dado ningún tipo de información de qué hacer y cómo utilizarlos. Ah, ¿que no se entiende lo que estoy diciendo? Lo aclaro enseguida. El contenedor que nos ocupa es éste:



De nuevo llegará el enterado de siempre diciendo que somos tontos porque con pisar la barra que se ve bajo, la tapa se levanta y chimpún.

Pues no, y aquí es donde ahora empieza la película que es de "Óscar".

Para empezar no tienes una tarjeta que lo abre (sí, una tarjeta como la de los bancos pero que sólo servirá para abrir la tapa). También te cuentan que si no la tienes (la tarjeta) puedes bajarte una aplicación al móvil y abrirla también con éste.

Y ya sentaros que viene el rato de las risas a mogollón. 

Como no han enseñado a la ciudadanía -PREVIAMENTE- los pasos que los alicantinos tienen que seguir, yo esta noche, como una pasmarote, y con varias bolsas de desperdicios, me he quedado plantada delante del armatoste e intentando saber cómo se abría... porque no se abría, señores, no se abría.

Como soy ciudadana de bien, no he querido dejar las bolsas allí mismo y me las he traído nuevamente a mi casa.

Enciendo el ordenador y empiezo a buscar dónde está el problema, y me entero de lo ya contado antes: o tienes tarjeta o app en el móvil o a partir de ahora te comes tus propios desperdicios.

Pero hay solución, mala pero la hay.

Pedir mediante formulario y al Ayuntamiento de Alicante, que te manden la dichosa tarjeta, que dicen la tendrás en tu domicilio ANTES  de 10 días. ¿Y durante esos diez días ¿dónde narices tiro yo la basura? Los ciudadanos que vivimos todo el santo año en Alicante somos habas contadas; ¿por qué no las han enviado sin más... puesto que es el propio ayuntamiento quien nos cobra el IBI y la Tasa Anual de Basuras?

Vale, busco entonces la aplicación para el móvil que también servirá para lo mismo, dicen: que aún no la han inventado y no saben cuándo estará disponible. Pero... pero... si los contenedores antiguos los han quitado ya todos y sólo están esos "inteligentes"... que sólo te permiten tirar la basura de DIEZ A DOCE  de la noche. El cachumbo de la puerta no se abrirá por mucho que insistas hasta que no den esas horas.

Resumo por si alguien a estas alturas ya se ha perdido: nuevos contenedores "inteligentes" que sólo se abren de 10 a 12 de la noche, y siempre que tengas "la llave" que son: o una tarjeta que te tiene que proporcionar el ayuntamiento y que tarda 10 días en llegar desde que la solicitas, o una app para el móvil... que aún no han inventado.

En un mundo no muy lejano veo todos esos contenedores invisibles completamente, porque las bolsas de los ciudadanos los han cubierto... por fuera, claro.

O algo más sencillo aún: coges tus bolsas y las llaves de casa (yo añado mi muleta) y te diriges a abocar las inmundicias de tu casa. Se te ha olvidado coger la tarjeta (en el móvil no tienes la app porque aún no la han fabricado)... y entonces tienes dos opciones:

1- Coges tus bolsas y vuelves a casa; coges la tarjeta (cuando la hayas recibido) y las bolsas, volviendo al contenedor, cabreado sí.... pero eres un buen ciudadano, tonto pero buena persona.

2 - Dejas las bolsas en el suelo y vuelves a casa. Que le den a la tarjeta. Esa misma noche eres yo escribiendo esta carta-protesta de forma pública.

Con tanta gente mayor que hay en la ciudad de Alicante, que a duras penas se defienden con los móviles y no digamos con las nuevas tecnologías de los televisores... que tienen que llamar a sus hijos para que enciendan la tele... en vez de ayudar, lo están entorpeciendo todo.

Demencial.

Y una cosa más a los que tenéis niños: no lo mandéis como hacéis ahora a tirar la basura... que ya sabéis que volverán sin tarjeta...

No se puede hacer peor Alcalde, no se puede hacer peor... y a puertas de las Hogueras de San Juan (fiesta grande en Alicante y que son el 24, para los de fuera). Todos los años tenemos huelga de los servicios de limpieza, y las calles quedan como quedan. Este 2024 tenemos contenedores inteligentes... que no se pueden abrir.




Y ya por aquello de cerrar con algo personal (aunque no creo que nadie llegue a leer hasta aquí) iba a contar una cosa de hoy mismo... pero no. Daros por abrazados y besados cada uno, cada una; si alguna vez pasáis por aquí y no estoy, que se os encienda una luz en la mirada recordándome. Estaré mientras pueda pero hoy miércoles 5 de junio del 2024 parece que las fieras que había olvidado, han despertado de nuevo y en manada.


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Veinte años de este blog. 2004 - 2024

Veinte años ya desde que decidí, sin saber nada del mundo virtual, que quería tener una página, una web. Porque todo empezó cuando una bolita, una línea, un borde... había que hacerlo prácticamente de cero, con escasos programitas que eran gratis y muy simples, y echándole imaginación a lo que quería hacer. Cada página de esa web era una locura... pero emocionante y llena de ilusión. 

Aquel sueño se llamó "El rincón de Chesana" y nació al mundo el 24 de abril del 2004.

Más tarde y ya buscando la comodidad en el diseño, derivó a lo que entonces se impuso como moda: los blogs. Y aquí estamos, cumpliendo una veintena llena de mucho aunque la vida se ha complicado últimamente. 

Dice la canción que "veinte años no es nada". ¿Que no es nada?. Un tercio de la existencia personal. Pero ha valido la pena, porque si este blog hablara, no de lo dicho, si no de lo callado, de lo oculto... 

Feliz cumpleaños amigo mío. No sé cuánto tiempo podremos seguir juntos. Me duele y mucho que cuando yo ya no pueda escribir (algo que cada vez está más cerca), ni siquiera puedas persistir en el tiempo, y no porque tú o yo seamos importantes si no porque es cruel que los imperios tecnológicos virtuales que lo manejan todo, hayan decidido que a los dos años de no haber actividad en sitios como este, se eliminen.

Pero no nos pongamos tristes, que hoy estamos de celebración. Hoy, tú y yo, cumplimos veinte años juntos. Eres la relación que más me ha durado (sonrío).

De aquel "El rincón de Chesana" todavía conservo aquí la pequeña cascada de agua en movimiento de la portada de este blog, y esa preciosa cara sonriente que lanza besos a todo el que pasa por aquí... aunque muchos ni la miren. También esa diminuta ola de incansables, y esa tan mal querida bandera de un país, el mío, que amo profundamente, amor que hay que esconder para que no te etiqueten de lo que ni por asomo eres. 

Feliz cumpleaños compañero de mil batallas. Intentaré venir a verte pero ya sabes que eso no depende de mí, que la salud anda resquebrajada y la vista más aún. Gracias por lo mucho que me has dado durante tanto tiempo cuando sólo tú acompañabas. No sé si podré volver pero... pienso cumplir otros veinte... contigo siempre.

Y si alguien asoma algún día por aquí, y estás... que pare un poco su apresurado tiempo (que parece que a todo el mundo le comen las prisas) y lea lo mucho que tienes, escrito siempre con un inmenso amor hacia la vida. 


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Pues lo voy a contar

Hace casi dos años, justamente el próximo 13 de marzo los hará, me acosté por la noche a dormir como cualquier otro día. A la mañana siguiente no me podía poner ni las zapatillas, ni siquiera ponerme de pie. Así, tal cual. ¿Qué había pasado? Sencillamente que la vida se me dio la vuelta como un calcetín, de la noche a la mañana.

Desde entonces han pasado dos años llenos de tantas cosas que es imposible citarlas, pero sobre todo de médicos y dolor. Para que luego algunos imbéciles digan que la sanidad pública no sirve para nada. 

Desde aquella mañana de ese 13 de marzo del 2022... tres enfermedades raras y una diabetes, Casi nada. Y eso recién dejado atrás un cáncer de diez años. 

Y aún sigo en la pelea.

Hace un mes tuve un bajón estrepitoso, pero de esos para ponerle un ancla y tirarlo al mar; total, que me han duplicado la medicación... y casi vuelta a empezar.

Sé que tengo la fecha de caducidad cada vez más cerca. Algunos gilipichis dirán la solemne estupidez de "todos nos vamos a morir" (¿por qué la gente es tan... tan...?). Lo peor no es morirse, lo peor es quedarse estando muerto. Que cada cual entienda lo que quiera; y no me vale que yo no me daré cuenta. 

Así es que el otro día le dije a alguien que dentro de mis escasas posibilidades (económicas y de salud) me voy a dar el máximo de caprichos que pueda, en el menor tiempo posible. Por lo que pueda pasar. ¿Que se quedan cosas sin solucionar y dejar "atadas y bien atadas"? Me tiene completamente sin cuidado. Que cada cual aguante su vela, que la mía es intentar vivir lo mejor posible. No voy a perder ni un solo minuto con ese tema ni con personas que nunca han valido la pena... porque mi tiempo, el mío, ha pasado a convertirse en oro. 

Mañana 28 hará 35 años que mi padre se fue. Un duro día a pesar de todo. 

Mañana 28 alguien a quien aprecio entrará por la puerta de mi casa y mi perro se volverá loco de alegría.

¿Un día menos? No. Un día más. 


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Necesito...

Necesito algo que no sé dónde encontrar. Algo a lo que agarrarme para no caer en un pozo que amenaza con cerrar mi garganta y desbordar los ojos. 

Esta mañana he tenido que ir al especialista, en consulta de urgencia, porque no podía más. Cuando el dolor corporal lo llena todo, dejas de tener vida. Algo se ha roto y hay, oficialmente, un empeoramiento general de mi estado de salud. Me ha duplicado la medicación y quiere verme de nuevo en dos semanas. 

Leer ya en casa, en el resumen de la visita de hoy, la palabra "Empeoramiento..." ha hecho que todo se me viniera encima. Llevo toda la tarde intentando sujetar no sé bien qué, porque no puedo permitirme el lujo de derrumbarme. 

Miro a mi perro dormido en su cama y pienso que hay que seguir por él... pero ni eso me vale ahora mismo. Busco a mi alrededor, y no encuentro nada. Nada. 

Posiblemente no debería estar ahora mismo escribiendo, pero es otro modo de sujetar caballos desbocados. Por primera vez en mucho tiempo, no sé qué hacer para dejar de pensar. 

Temía ese empeoramiento porque las señales del cuerpo te van avisando: esos malditos dolores se acentúan y aumentan hasta límites que no creías volver a sentir, pero pensaba que podría con ellos. Hasta el pasado miércoles en que tuve que llamar al especialista para pedir cita urgente. 

Su cara, la del médico, conforme me iba escuchando, ha pasado de "la de siempre" a estar serio, muy serio. Al final ni siquiera me han dolido casi las infiltraciones... porque yo ya no me encontraba a mí misma: aumentar la medicación al doble... verme en dos semanas... más medicamentos... Y darte cuenta que ésto, como mínimo, va a ser siempre así por mucho que te empeñes en que no. 

¿A quién le importa, salvo a mí? En barrena. 



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No te fíes de quien abandona a tu mascota

Hay personas que van inicialmente de buena gente, pero cuando vas cumpliendo años y sabiendo de la vida, te das cuenta que el filtro es otro. 

Nunca, nunca, nunca será buena persona quien recibiendo la petición de que se ocupe de tu mascota si tú te vas a la otra orilla, te responde que no te preocupes... que ya lo llevará "a algún sitio". ¿Perrera, protectora... dónde? Porque en ese momento sabes que jamás se lo quedará. Te lo ha dejado muy claro. Y da igual cuáles sean sus otros gestos, bien con las personas o con lo caritativa que sea.

Mi padre decía que no te fíes nunca de quien no quiere a los animales, y sobre todo si éstos dependen de alguien para sobrevivir. 

Y tampoco será del beneplácito de la duda quien, habiéndose comprometido también a cuidarle personalmente (ya en el plano de quedárselo si tú no estás ya), le "abandona" con toda la miseria de que es capaz el ser humano. No hablo de dejarle en cualquier carretera; hablo de que de la misma forma que el primer caso le llevaría a algún sitio, en éste sencillamente... le olvidan. Y de ese traje, tengo dos. 

Quisiera entender esas mentes que luego van de "guay" por la vida. Es como cuando alguien deja de lado a su familia, pero luego visita todos los días a los vecinos enfermos de gripe, por si necesitan algo. Son seres a quienes les encanta figurar como "buena gente" en un escaparate, pero cuando les rascas un poco, cuando les conoces de verdad... son estiércol. Pura basura, vamos. 

No creo en el cielo ni en el infierno; tampoco en el karma. Sé que la vida es siempre injusta porque no cobra facturas. Pero a veces... a veces...


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20 de enero

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El 44% de ellos piensa que son discriminados

El CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) ha realizado una encuesta entre los hombres españoles, cuyo resultado es que el 44% piensa que la igualdad entre sexos ha ido demasiado lejos, y que ahora son ellos los discriminados. 

Estoy convencida que si hubieran ampliado el ámbito de la encuesta, incluyendo en ella a las mujeres, muchas habrían opinado lo mismo, porque no olvidemos que uno de los mayores caldos de cultivo para el machismo en España, son las madres que consideran -todavía- que pertenecer al sexo masculino es ser de una categoría superior. 

Dicen que hemos progresado mentalmente, pero lo cierto es que no es del todo así. Existe todavía mucho retrógrado que si no vive aún en las cavernas, lo parece. Las mujeres, muchas de ellas, trabajan dentro y fuera de casa. por lo que su tiempo, el que deberían dedicar a sí mismas, disminuye notablemente. Pero algunos hombres (un 44% son muchos... demasiados diría yo) piensa que es obligación exclusiva de ellas atender la casa, los niños... y a ellos, sin olvidar el trabajo en una oficina, tienda o limpiando casas ajenas. Ellos llegan, se sientan y miran el móvil hasta que la comida está en la mesa; y aunque nos parezca que esa estampa está lejana en el tiempo, realmente es muy presente. 

Y no digamos ya en la actualidad cuando intervienen esas madres amorosas que cuando el hijo se separa y vive solo, van corriendo a llevarse sábanas y ropa para lavarla, plancharla y colocarla en los armarios, con la aprobación implícita del marido/padre de la criatura y del propio vástago cuarentón que ve como normal ese tipo de comportamientos tanto de su padre como de su madre. Y es que todo eso y mucho más "es cosa de mujeres", como si la casa y los niños fueran sólo de ella mientras él, el macho ibérico "pasaba por allí".

Recordemos -y no quiero ahondar más- lo último sucedido con aquella campeona del mundo del fútbol español que recibió un beso del jefe en plena boca, y algunos -demasiados de nuevo- la criticaron, a ella claro, como posesos cavernícolas. 

Sin entrar en feminismos radicales (de los que personalmente no soy partidaria), queda aún mucho por cambiar y sobre todo por establecer. Y no es fácil lo que queda. Pero todo es posible y es ahí donde mueve la esperanza aunque yo posiblemente no lo vea. Hay que erradicar ese 44% que ha estado siempre callado ante la discriminación -de siglos- padecida por la mujer, simplemente por serlo, y sobre todo cambiar la mentalidad de esas madres protectoras que pierden el norte ante un hijo varón... y que no todas son "mayores", porque en la mayoría de las ocasiones, un hombre es lo que se le ha inculcado desde niño. Aunque siempre hay excepciones. 

La comodidad, en ellos (al menos en ese 44%), parece ser algo genético. Y no lo es. El "eso es cosa de mujeres" es puro machismo venga de donde venga. 



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La ridícula idea de no volver a verte

Para todo hay siempre una primera vez. Y ésta es una de ellas. 

Hace ya algunos meses que intento "hacerme" con los audiolibros, con esa nueva forma de leer escuchando. Graves problemas de visión me empujan constantemente a ello y como el jugar para algunos, o el comer para otros, el leer es también un vicio sin el que no puedes vivir... por mucho que algunos no lo entiendan. 

Pues bien, no había forma ni manera de que los audiolibros formaran parte de mi vida. No encontraba el modo. Mi mente se perdía constantemente en otros menesteres... o sencillamente... me dormía. Hasta que alguien hace unos días, alguien que además no conozco más que por los grupos de libros donde a veces me pierdo, me comentó en un intento de ayudarme, que en vez de "sentarme a escuchar... hiciera algo a la vez". Reconozco que no le entendí y como tengo el vicio de preguntar, pregunté. La aclaración me abrió los ojos aunque reconozco que con cierto escepticismo, pero había que probar, más que nada porque hace meses me inscribí en una de esas páginas de muchos audiolibros, con oferta incluida; dicha oferta se me termina en un par de meses, y su precio "normal" no me resultaba atractivo si no me enganchaba a la vez a los audilibros. 

Total que ayer, pensando ya en el final de esa oferta que empezaba a tener visos de rechazar cuando se cumpliera, hice lo que mi compañero virtual me había aconsejado: que si arreglas la casa, haces la cama, friegas los platos... con los auriculares (que a tal fin también compré y de los baratitos) puestos. ¡Milagro!

Llevo desde ayer enamorada de los audiolibros, aunque para ser más justa debería decir del primero que he conseguido casi terminar (en ello estoy ahora mismo mientras escribo esto). Supongo que el haber acertado con el libro, la autora... y la narradora también han tenido mucho que ver.

"La ridícula idea de no volver a ver". 
Autora: Rosa Montero.
Narradora: Rosa Montero. 

Reconozco que también es el primer libro de Rosa que leo/escucho. Un pecado y de los grandes por mi parte, ahora lo sé; de ahí que recomiende encarecidamente su lectura para quienes aún tengan ojos, y su escucha para quien tengan sólo oídos. Dos tardes me va a durar... y con pena, mucha pena de que se acabe. Menos mal que ha escrito muchos más.

Tengo claro que he elegido, antes, no sé si mal los libros aunque me inclino más a pensar que ha sido el modo innovador de leer. Cuando lo haces con un libro en papel o digital, te sientas y lo lees; cuando tienes que escuchar un audiolibro... hay que estar haciendo "otras cosas" que no te impidan dejar la mente y la concentración libres. Ese es el secreto. 

Mi primer audiolibro. Mi primera vez. Nunca es tarde.


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Tal como éramos

Lo que sigue está copiado del libro "Tal como éramos" de la escritora española María Pilar Queralt del Hierro (Barcelona, España, 24/03/1954). No tiene desperdicio.
    
"Las mujeres nacidas entre los años cincuenta y los primeros sesenta bien podríamos defendernos en la vida si conocíamos las cuatro reglas, sabíamos leer y escribir y, sobre todo, obedecíamos las normas de nuestros mayores. A fin de cuentas, para el destino de madres y esposas que nos esperaba, con eso teníamos más que suficiente. Sin embargo, íbamos a ser precisamente aquellas niñas "tan buenas y obedientes" las que acabaríamos por asaltar la Universidad y el mercado laboral, educaríamos a nuestras hijas de forma muy diferente a la recibida y conformaríamos un nuevo tipo de mujer". 
"Lentamente la situación fue cambiando. Mediados los sesenta, llegaron desde Europa aires de revolución en forma de minifalda o revueltas estudiantiles y, pese al férreo control de la censura, aquellas niñas captaron el mensaje. A principios de los setenta llegaron nuevos cambios: viajes al extranjero, aprender idiomas, e incluso, la Universidad". 
"El camino fue largo y difícil. A quienes lo recorrieron deben las mujeres del siglo XXI su actual estatus y es bueno que conozcan cómo fue la niñez y adolescencia de sus madres o abuelas". 

 


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23 abril

Hoy para el resto del país es San Jordi o "El día del libro" o cuando se conmemora el fallecimiento de Shakespeare y Cervantes. 

Pero en mi casa, en mi corazón, y aunque nadie lo entienda, hoy hace cinco años que se marchó a un lugar donde me espera, el gato más bueno, más noble, más cariñoso y más mío del mundo: mi Plasty. Hoy hace cinco años y parece que fue ayer. Y hoy, un lustro después y escribiendo ésto, todavía se me aprieta la garganta y tengo que sujetar recuerdos de aquel final para que no se desborden las lágrimas. 

Once meses después se fue con él la pequeña Tara, mi perrita y su hermana porque como tales se criaron, así que la pena no había forma de soltarla. 

Seis meses después de la partida de Tara llegó sin esperarlo al que tengo dormido ahora mismo a mi lado y que encontré en un contenedor de basura, Tobi.

Pero no quiero desviarme más; hoy es el día en que el mejor gato que ha habido en mi casa y la de mis padres, tuvo que cruzar el arco iris. 

Cayó de un segundo piso a mi patio cuando apenas tenía 7 meses de vida, y estaba en tan malas condiciones que a la mañana siguiente le llevé al veterinario, quien lo desahució; insistí con que me diera la medicación pertinente. Me aseguró que no llegaría a una semana; a los 15 días se lo llevé. Vivió 13 años.

Fue la primera mascota que fue realmente mía y no porque le adoptara, si no porque fue quien me adoptó a mí... y me tuvo plena adoración hasta el último momento. De hecho y ya sin poder mantenerse en pie, levantó la cabeza y me miró muy fijamente con aquellos preciosos ojos verdes; entonces le cogí para que no se sintiera tan solo en ese final.

Hace unos meses le comenté a quien entonces yo creía una amiga que, aún pasado el tiempo, le echaba de menos en muchas cosas, porque más que un gato parecía un perrito faldero pero con la independencia que caracteriza a los felinos. La supuesta amiga no me entendió e incluso me llamó exagerada... y eso que ella había tenido perros. Visto más tarde su comportamiento y el modo egoísta de entender la amistad e incluso la vida, no me extraña que no entendiera ni eso ni nada.

Plasty (13 años), que estará haciendo rabiar a su hermana Tara (11 años) y que nos esperan a Tobi y a mí en ese cielo de los animales que seguro existe en alguna parte. Sus cenizas, las de los dos, siguen aquí, en su casa, apenas a un metro de mí porque no podía ser de otra manera. 

No voy a poner foto de los dos porque no quiero romperme mirándoles. Así que veré ahora cómo lo arreglo, buscando a quienes se les parezcan en Google.



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Congelar berenjenas

La berenjena es un producto que al tener mucha agua es difícil de congelar. Pero hay una forma muy sencilla de hacerlo sin que luego pierda nada de sus nutrientes ni de su apariencia. Aún así es conveniente que la primera vez probemos con una sola berenjena para comprobar que cuando la saquemos, quedan a nuestro gusto. 

En primer lugar hay que poner una olla o cacerola al fuego con agua y un chorrito de zumo de limón natural. No añadir sal. 

Mientras rompe a hervir, pelar la berenjena y cortarla a dados grandes. Echar en el agua hirviendo y tener unos 4 minutos. Sacar y meter en agua fría (o simplemente del grifo) para cortar el que siga cociéndose. Cuando esté fría, secar con papel de cocina para quitarle lo más posible la humedad exterior. 

Meter en una bolsa de las que usamos para congelar, sacando todo el aire posible. Etiquetar con la fecha en que la guardamos... y añadir que durarán congeladas 6 meses... para que no se nos pasen de tiempo. 

Congelar. 


Si has probado este método y luego te han gustado, agradecería me lo dijeras.




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Eliminar un contacto definitivamente en Whatsapp

Cuando borramos un contacto en Whatsapp, lo hagamos desde la aplicación para ordenador o desde el propio móvil (Android), se elimina el nombre pero nos sigue apareciendo el contacto pero con el número de teléfono. 

Para eliminarlo definitivamente: 

Entrar en el móvil.

Se visualizarán los contactos que tenemos. 

Pinchar SIN SOLTAR sobre el contacto que queremos eliminar. 


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La Primera Guerra Mundial

Los pueblos que ignoran su historia están condenados a repetirla.

Esa primera línea no es mía, pero cada vez estoy más convencida que algunos deberían recordarla, sobre todo quienes repiten constantemente que hay que "pasar página".

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) es la gran ignorada de la Historia, sobre todo para una enorme mayoría. Hubo más de cuarenta millones de muertos en ella. Recibe su nombre no por ser la primera que hubo, si no por serlo de la que se conoce como Era Moderna.

En esa guerra se inventaron los lanzallamas, los gases y las granadas.

Se inició en agosto de 1914 y finalizó en 1918. Resulta algo complicado contar por qué se produjo, porque hubo un cúmulo de hechos que la hicieron posible. Una lucha casi desesperada por mantener las posesiones coloniales y el engrandecimiento de la propia nación provocaron la exaltación de la población, todo ello empujado por la desidia de los gobernantes y el desorbitado clamor de la prensa, hicieron el resto y consiguieron que los combatientes fueran con alegría al campo de batalla, creyéndose ganadores desde el principio.

Pero como siempre queremos conocer ese punto de inflexión que hace posible las cosas, a pesar del conglomerado de sucesos, podríamos decir que el principio de todo fue el 28 de junio de 1914 cuando el heredero del trono austro-húngaro, Francisco Fernando, viajaba en su carruaje junto a su esposa, y un joven serbio llamado Gavrilo Princip (1894-1918) atentó contra ellos, matándolos. 

Ello provocó una serie de tensiones a nivel mundial que desembocaron el 5 de agosto de 1914 con el estallido de la guerra que nos ocupa.

El 28 de julio (seguimos en 1914), Austria declaró la guerra a Serbia; Rusia se movilizó apoyando al segundo. El 1 de agosto Alemania declaró la guerra a los rusos, y el 3 de agosto, también los alemanes a Francia. Al día siguiente Inglaterra como contrapartida hace lo propio contra Alemania. El 23 de agosto Japón declara la guerra a Alemania. El 23 de mayo de 1915 Italia se enemista con Austria-Hungría. El 6 de abril de 1917 Norteamérica hace lo mismo contra Alemania.

El asesinato de Francisco Fernando fue la razón esgrimida... pero hubiera valido cualquier otra razón, cualquier excusa para el confrontamiento. Los ánimos nacionalistas estaban en la mente y la boca de todos, y el ensalzamiento desmesurado del propio país nublaba el sentido común... pero también estaba el enfrentamiento entre embajadas y un gasto militar de los países difícil de sostener: todos querían probar uno de los nuevos inventos... el tanque. Todo el mundo quería imponer su verdad a los otros. Nadie se preocupó de calmar los ánimos.

Si alguien se molestara en leer sobre esta guerra se asombraría de ver cómo algunas cosas que ocurrieron entonces para provocar lo que luego fue una matanza... están sucediendo de nuevo actualmente: una etnia, una lengua, la presunción de una raza distinta al conjunto, fueron suficiente motivo para querer a toda costa una independencia no sostenible en un mundo donde la única solución a los graves problemas que había era... agruparse. Hablamos del año 1914... pero aquellos razonamientos siguen estando vigentes hoy en día. Todos querían su propia autonomía e independencia como país; y esas rivalidades de pequeñas nacionalidades hicieron que el resto se contagiara y solamente terminaran hablando las armas.

 



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El Centén de Segovia

En el año 1609 reinaba en España Felipe IV que también lo era de Portugal. 

Por aquella época había una norma por la que todos los pobladores de Segovia (España) tenían que pagar un extraño impuesto: entregar sus joyas como regalo al inglés Príncipe de Gales. Ello se debía a una costumbre por la que como muestra de agradecimiento y cortesía, se entrega oro a todas las monarquías extranjera. 

Con todo lo que se recogió en aquel 1609 se fabricaron siete monedas de oro, de diez centímetros de diámetro, que se llamaron Centén

De esas siete monedas se conservan actualmente dos: una se halla en la Casa de la Moneda de Madrid (España); la otra está en la Biblioteca Nacional de París (Francia). No hay noticias de dónde están las cinco restantes. 

Hay otros "centenes" fechados en 1633. 



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