Estuvo ligada a los archivos y bibliotecas estatales donde tenía plaza de bibliotecaria por oposición.
Por haber apoyado desde cargos institucionales al gobierno legítimo de la Segunda República española, al terminar la Guerra Civil (1936-1939) fue castigada bajándole dieciocho puestos en el escalafón, puestos que consiguió recuperar casi veinte años después y que a pesar de los sucesivos intentos de desprestigiarla profesionalmente logró mantener hasta su jubilación.
María Moliner nació en Panizo (Zaragoza, España) en 1900. En 1921 termina la licenciatura de Filosofía y Letras con sobresaliente y Premio Extraordinario.
Tuvo, aparte de su vida familiar compuesta por su marido Fernando Ramón Ferrando (catedrático de Física y con quien se casó en 1925) y cuatro hijos, una gran pasión: las palabras. Ello le llevó a emprender la aventura de escribir su “Diccionario del uso del español”, hacia 1950, que fue editado en dos volúmenes y cuya última revisión fue hecha en 1998.
En 1972 se le propuso para ser elegida académica de la Real Academia de la Lengua… pero era mujer y ello sirvió para rechazarla.
En 1975 se le detectó arterioesclerosis cerebral que la fue privando de lucidez y de su pasión por la palabra hasta 1981, año en que murió. Tenía 81 años.