El limpiarla no es sólo cuestión de mantenerla impecable por fuera, si no también algo conveniente para que funcione correctamente y tenga una más larga vida.
Para ello lo primero es desenchufarla de la corriente eléctrica. Jamás hay que maniobrar en ella estando enchufada.
Luego desatornillar la rejilla que se lavará normalmente con detergente de vajillas. Secarla del todo con papel de cocina, sin dejar ningún tipo de humedad en ella; si hiciera falta colocarla al aire durante algún tiempo antes de volverla a colocar.
Para quitar la grasa acumulada en el resto del extractor (siempre con la campana desenchufada): poner al fuego un recipiente con agua y 3 limones partidos por la mitad; dejar hervir durante unos minutos de forma que el vapor suba y diluya la grasa. Después pasar un paño húmedo y a continuación otro seco. Dejar durante un rato para que se termine de secar completamente.
Cuando nos hayamos asegurado que está todo seco, poner de nuevo la rejilla atornillándola.
Sólo entonces volveremos a conectar a la electricidad la campana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Volver a "Chesana".
Para comentar en este blog hay que estar registrados en Google. Los comentarios están moderados y se aprobarán por Chesana.