Tengo claro que hay que asumir días como el de hoy con todas sus consecuencias y sabiendo que el futuro ya es escaso, lleno de problemas físicos y a veces muy dolorosos, que el presente es apenas un suspiro, y que lo único que realmente tenemos es el pasado, ese que algunos se empeñan en que hay que olvidar, desconociendo que entonces no queda nada.
Si tuviera que hacer balance de estos mis primeros 75 años (nótese cierto tono de ironía por lo de "primeros"), y si tuviera la opción (que no tengo) de enmendar algunas cosas, posiblemente algunas sí cambiaría o al menos modificaría. Y el caso que en su momento le hice a ciertas gentes, también. Pero no se puede, por lo que arrepentirse de lo hecho es una absurda pérdida de tiempo... tiempo que ya no tengo, y menos para perderlo.
Las personas que están actualmente en mi vida son las que tienen que estar; llegaron por decisión de quien fuera, pero se han ido quedando porque quieren, y eso realmente es lo que valen. Quienes asoman por una obligación que sólo ellos se han creado, desaparecerán en cuanto los problemas aumenten. Y quienes ni están ni se les espera... que la vida nunca les pase factura.
Hace ya tiempo que apenas escribo en este blog, o al menos no como lo hacía antes. Y lo cierto es que ando pensando que esta sería una buena oportunidad para despedirme de forma un tanto oficial. Porque esperar al centenario sería arriesgado por mi parte (sonrío). Ya veremos.
Cuando llegue el mediodía de hoy 24 de agosto, aparecerán en mi mesa unos canelones que alguien se habrá molestado en regalarme junto con su compañía; (los canelones son, desde que era pequeña y cuando ni siquiera habían inventado las tartas de cumpleaños, el plato fetiche de mi día). ¿Se puede pedir más a mi edad? ¿La familia? Supongo que están todos bien, y si no es así, no es mi problema.
Nunca creí llegar a los 75, y conforme anda de revoltoso mi cuerpo serrano, no creo que queden muchos más por cumplir. Pero aún estoy de pie (como puedo, pero de pie); con montones de pastillas que tratan de aliviar los dolores; en mi propia casa y con un precioso perro como compañero de vida... y con la mejor compañía y sus canelones.
Hoy es San Bartolomé, Bartolo para los amigos. 24 de agosto del año 2025. Hoy hace 75 años nació la primogénita de José Antonio Nicolás y Carmen Consuelo.
Gracias a quienes en algún momento pasaron por mi vida, sin importar para qué.
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