Mario del Mónaco

Mario del Mónaco fue un tenor italiano que consiguió un reconocimiento mundial que ha llegado hasta nuestros días, siendo actualmente considerado uno de los mejores cantantes de Ópera de todos los tiempos.

Del Mónaco nació en Florencia (Italia) el 27 de julio de 1915; falleció el año 1982 a causa de problemas con la nefritis que padecía (enfermedad del riñón. Tenía 67 años. Según documentación acreditada pidió ser enterrado con su traje de Otelo, su representación más celebrada, voluntad que fue cumplida.

El año 1940 en el Teatro de Milán se celebró la primera exhibición de su portentosa voz, interpretando Madama Butterfly.

Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) tuvo que posponer lo que hasta entonces había sido una brillantísima carrera, hasta que en 1946 interpretó Aída en la reapertura del anfiteatro romano Arena de Verona en la localidad del mismo nombre (Italia). A partir de ese momento su éxito fue imparable.

No solía ampliar en exceso su repertorio, limitando sus papeles, pero hay que reconocerle que abordó óperas de enorme envergadura por su dificultad escénica, pero sobre todo del principal intérprete de la misma. Su mayor prestigio le vino porque su timbre de tenor recordaban con frecuencia la de un barítono, algo que no se suele presentar con frecuencia. Su carrera que duró veinte años fue completamente imparable, sobre todo cuando cantaba las óperas Norma y Otelo.

A título personal diré que es un auténtico placer escucharle, recordando en muchos momentos a otro grandísimo tenor (Pavarotti), sobre todo por la enormidad de ambas voces.


El vídeo que sigue a continuación adolece de muy mala imagen, pero el sonido es realmente fantástico. Pertenece a una grabación de finales del año 1950 donde interpreta a una sublime Nessun Dorma, de Puccini.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios están moderados. Serán visibles después de ser aceptados por la administradora del blog.

Los anónimos (a no ser que lleven un nombre reconocible dentro de su contenido) serán leídos pero no publicados.

Volver a "Chesana".