Introducir en cada media hueco una cucharadita de harina. Colocar encima una cucharada de la mezcla de carne picada, procurando no llenar ese hueco; es importante que la carne quede con holgura. Cerrar bien, incluso con sus presillas, la huevera y moverla como si fuera una coctelera durante un par de minutos. Cada albóndiga girara dentro de su hueco, embadurnándose de la harina y tomando forma redonda.
Abrir la huevera con cuidado para que no salgan rodando las albóndigas. Ya podemos freirlas en una sartén con abundante aceite caliente y luego ponerlas en una cacerola o olla a presión y terminar de cocerlas con su salsa.
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