Porque no nos engañemos: Sonsoles de Icaza fue una mujer colocada en una familia adinerada al nacer, que se casó posteriormente con un marqués mucho mayor que ella, y que tuvo una aventura amorosa con quien era cuñadísimo de Franco. De ese romance, imaginamos impetuoso puesto que ambos estaban casados, nació una niña, Carmen Díez de Rivera e Icaza, hija bastarda (según el diccionario: hijo nacido fuera del matrimonio) de Serrano Suñer (casado con la hermana de Carmen Polo, esposa de Franco) y la marquesa de Llanzol, nunca reconocida por el primero pero que era, físicamente, su vivo retrato. El marqués poco tenía que decir en este asunto salvo darle sus apellidos.
Sonsoles de Icaza y León nació el 13 de agosto de 1914 en Ávila (España). Hija del diplomático mejicano Francisco de Icaza y la española Beatriz de León.
Era tal el "status" social y adinerado de la familia Llanzol, que Sonsoles únicamente se vestía de Balenciaga, el mejor modisto español de la época y al que sólo los muy pudientes podían acceder.
Con el marqués tuvo cuatro hijos: Sonsoles, Francisco, Antonio y Carmen (la última en realidad adherida su paternidad a Serrano Suñer).
Sonsoles de Icaza murió en Madrid el 21 de enero de 1996, a los 82 años.
La marquesa de Llanzol viviendo aún su marido tuvo una aventura con Serrano Súñer, mano derecha de Franco y que estaba casado con la hermana de Carmen Polo (esposa del dictador), Zita (con quien tuvo dos hijos). Sonsoles tenía 30 esplendorosos años, Serrano 39 y el marqués pasaba los 50.
Sus devaneos eran constantes y conocidos por los que a nadie extrañó que se prendara de Sonsoles, una mujer bellísima.
El 29 de agosto de 1942 nacía Carmen a quien su padre biológico nunca reconoció, algo lógico dada la época. Serrano Súñer cayó en desgracia ante los ojos de Franco y poco a poco fue desapareciendo de la escena política. Carmen fue creciendo en la convicción de que su padre era el marqués de Llanzol... hasta que contando apenas 17 años se enamoró perdidamente de un joven. Hablaron incluso de casarse.
Las familias cuando se enteraron pusieron el grito en el cielo y tuvieron que destapar el secreto mejor escondido: el chico era hijo legítimo de Serrano Súñer. Carmen Díez de Rivera nunca superó aquéllo. Murió soltera, siendo eurodiputada, el 29 de noviembre de 1999 a los 57 años, de cáncer de mama.
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