Lo peor es que tengo un perro de poco más de cinco años, y no se podría venir conmigo. Es lo único que me impide dar el primer paso, porque él tiene mucha vida por delante y no tengo nada claro cómo se haría a una nueva casa, nuevas gentes... y que sus posibles dueños aprendieran que tiene manías (como todos) que sólo yo entiendo.
Pero más pronto que tarde tendré que dar ese paso... que no quiero dar.
No tengo familia. Duele hasta decirlo porque no es del todo cierto. Sí la hay, de sangre además... pero estando tan cerca, están lejísimos, tanto que ya no duelen sus ausencias. Simplemente molestan en la memoria.
Y ante tanto abandono familiar (prometo que sin motivos) y cuando la salud empieza a complicarse más de lo que estaba, junto con problemas que de nuevo no voy a citar... todo parece llevarte hacia donde no quieres ir.
Mi perro, aquel cachorrito que hace algo más de cinco años encontré al lado de un contenedor de basura, cuando aún me moría de pena por Plasty y Tara, mi gato y mi perrita.
¿Por qué tiene que ser la vida tan complicada?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Volver a "Chesana".
Para comentar en este blog hay que estar registrados en Google. Los comentarios están moderados y se aprobarán por Chesana.