Congelar berenjenas

La berenjena es un producto que al tener mucha agua es difícil de congelar. Pero hay una forma muy sencilla de hacerlo sin que luego pierda nada de sus nutrientes ni de su apariencia. Aún así es conveniente que la primera vez probemos con una sola berenjena para comprobar que cuando la saquemos, quedan a nuestro gusto. 

En primer lugar hay que poner una olla o cacerola al fuego con agua y un chorrito de zumo de limón natural. No añadir sal. 

Mientras rompe a hervir, pelar la berenjena y cortarla a dados grandes. Echar en el agua hirviendo y tener unos 4 minutos. Sacar y meter en agua fría (o simplemente del grifo) para cortar el que siga cociéndose. Cuando esté fría, secar con papel de cocina para quitarle lo más posible la humedad exterior. 

Meter en una bolsa de las que usamos para congelar, sacando todo el aire posible. Etiquetar con la fecha en que la guardamos... y añadir que durarán congeladas 6 meses... para que no se nos pasen de tiempo. 

Congelar. 


Si has probado este método y luego te han gustado, agradecería me lo dijeras.




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