La ridícula idea de no volver a verte

Para todo hay siempre una primera vez. Y ésta es una de ellas. 

Hace ya algunos meses que intento "hacerme" con los audiolibros, con esa nueva forma de leer escuchando. Graves problemas de visión me empujan constantemente a ello y como el jugar para algunos, o el comer para otros, el leer es también un vicio sin el que no puedes vivir... por mucho que algunos no lo entiendan. 

Pues bien, no había forma ni manera de que los audiolibros formaran parte de mi vida. No encontraba el modo. Mi mente se perdía constantemente en otros menesteres... o sencillamente... me dormía. Hasta que alguien hace unos días, alguien que además no conozco más que por los grupos de libros donde a veces me pierdo, me comentó en un intento de ayudarme, que en vez de "sentarme a escuchar... hiciera algo a la vez". Reconozco que no le entendí y como tengo el vicio de preguntar, pregunté. La aclaración me abrió los ojos aunque reconozco que con cierto escepticismo, pero había que probar, más que nada porque hace meses me inscribí en una de esas páginas de muchos audiolibros, con oferta incluida; dicha oferta se me termina en un par de meses, y su precio "normal" no me resultaba atractivo si no me enganchaba a la vez a los audilibros. 

Total que ayer, pensando ya en el final de esa oferta que empezaba a tener visos de rechazar cuando se cumpliera, hice lo que mi compañero virtual me había aconsejado: que si arreglas la casa, haces la cama, friegas los platos... con los auriculares (que a tal fin también compré y de los baratitos) puestos. ¡Milagro!

Llevo desde ayer enamorada de los audiolibros, aunque para ser más justa debería decir del primero que he conseguido casi terminar (en ello estoy ahora mismo mientras escribo esto). Supongo que el haber acertado con el libro, la autora... y la narradora también han tenido mucho que ver.

"La ridícula idea de no volver a ver". 
Autora: Rosa Montero.
Narradora: Rosa Montero. 

Reconozco que también es el primer libro de Rosa que leo/escucho. Un pecado y de los grandes por mi parte, ahora lo sé; de ahí que recomiende encarecidamente su lectura para quienes aún tengan ojos, y su escucha para quien tengan sólo oídos. Dos tardes me va a durar... y con pena, mucha pena de que se acabe. Menos mal que ha escrito muchos más.

Tengo claro que he elegido, antes, no sé si mal los libros aunque me inclino más a pensar que ha sido el modo innovador de leer. Cuando lo haces con un libro en papel o digital, te sientas y lo lees; cuando tienes que escuchar un audiolibro... hay que estar haciendo "otras cosas" que no te impidan dejar la mente y la concentración libres. Ese es el secreto. 

Mi primer audiolibro. Mi primera vez. Nunca es tarde.


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