En primer lugar limpiar, pelar y trocear las verduras.
Poner una olla grande con abundante agua y sal (una cucharadita de sal por cada litro de agua); llevarla a ebullición. Cuando hierva poner las verduras en un cestillo, ya que si vamos a cocer muchas, lo haremos en tandas.
Hervir las verduras de 1 a 4 minutos (según el grosor de las piezas). Sacarlas del cestillo y meterlas enseguida en el agua helada. Escurrir y secarlas con papel de cocina (absorbente). Dejar enfriar completamente.
Colocar en los recipientes donde se vayan a guardar (recordar que tienen que ser recipientes de plástico, vidrio o bolsas con cierre hermético); sacarles el aire: si utilizamos un táper (tupper) después de cerrar bien la tapa, abrir una de las esquinas y apretar en el centro, seguidamente volver a cerrar. Etiquetar los envases con el peso de las verduras introducidas en él y la fecha del envasado.
Continuar escaldando, enfriando y envasando el resto, en tandas siempre.
Cada 7-8 tandas cambiar el agua, tanto de la olla caliente como del agua helada; conforme se derritan los cubitos de hielo, irle incorporando más.
Una vez completamente frías y escurridas (jamás hay que guardarlas ni calientes ni tibias), pueden durar en el congelador un máximo de 3 meses, sin que pierdan ninguna cualidad.
Cuando más tarde vayamos a utilizarlas... no descongelar previamente: calentarlas o freirlas o como vayamos a usarlas, sin descongelar.
Ufff!!! Gracias por tu recomendación pero soy más de andar por casa y lo hago mucho más rápido aunque tengan menos nutrientes cuando las como. Un abrazo.
ResponderEliminarMe has hecho reir. Las prisas es lo que tienen. Otro para tí. Me voy a tu blog.
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