Los ajos

El nacimiento del ajo se produce en Turkestán, país que limita con China, Afganistán e Irán.

El primer escrito donde se menciona pertenece a un herborista chino, hacia el año 400 a.C. Un papiro médico, el Códex Ebres, datado en el 1550 a.C ya contiene veintidós menciones relacionadas con el ajo y su aplicación contra los parásitos intestinales y los tumores, así como cataplasmas y similares.

Ahora bien su mayor difusión a nivel de popularidad se debió al descubrimiento como conservante de la carne y el pescado.

Hay una peculiaridad del ajo que aunque es visible para todos, la mayoría de nosotros desconocemos: el diente de ajo forma conjunto para componer la cabeza de ajos; si no se le separa de ella terminará por pudrirse, pero si se le separa cobra nueva vida independiente; tal es así que si dejamos durante un corto espacio de tiempo al diente de ajo solo comenzará a brotar, pudiendo incluso ser plantado.

Los ajos no deben conservarse en frigorífico puesto que la temperatura de este provoca la fácil brotación.

Es curioso que el ajo fue el causante de la primera huelga de la que se tiene constancia en la historia, la cual se produjo al ser excluido, por razones de economía, de la dieta de los esclavos que construían las pirámides de Egipto.

Es el médico Luis Pasteur quien descubre su poder antibiótico en 1858.

Actualmente y aparte claro está del uso culinario, también se utiliza para combatir el tifus, la tuberculosis, la difteria, el cólera y la disentería. Según estudios realizados en China, donde su población incorpora el ajo a sus comidas de forma habitual desde hace más de 3.000 años, se ha averiguado que los chinos tienen una notable disminución, en relación al resto de la población mundial, de padecer cáncer de estómago.

Por último añadiré que el ajo es un potente agente antibacteriano, antiséptico, abre las vías respiratorias y mucosas, y es un excelente regulador del sistema cardiovascular.

Y por si alguien se lo pregunta (lo he probado y sé de qué hablo), el mejor ajo español es el morado que se produce en el pueblo de Las Pedroñeras (Cuenca).



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios están moderados. Serán visibles después de ser aceptados por la administradora del blog.

Los anónimos (a no ser que lleven un nombre reconocible dentro de su contenido) serán leídos pero no publicados.

Volver a "Chesana".